24 de junio de 2016

"El dinero nos convierte en mierda" y otras lacras franquistas

Guía contra el despilfarro

La Comuna Antinacionalista Zamorana luchó, desde 1970, contra el capitalismo. Hoy se reedita su -nada obsoleto- panfleto revolucionario.
Obreros españoles protestan dedicando su pequeño tiempo de descanso a ponerse de cara a la pared de la fábrica.
Obreros españoles protestan dedicando su pequeño tiempo de descanso a ponerse de cara a la pared de la fábrica.
Lorena G. Maldonado
24.06.2016

Agustín García Calvo (Zamora, 1926-2012) llevó, hasta su muerte, un bigote loco que le cruzaba los mofletes hasta engancharse al final de las patillas, dándole aspecto de bandolero sabio, de híbrido radiante entre el hippie de césped y el poeta decimonónico. Vestía chalecos de colores, pañuelos largos, sellos en los dedos. Hablaba con las manos y escribía con el pulmón: "Libre te quiero / como arroyo que brinca / de peña en peña. / Pero no mía". Gramático, dramaturgo, traductor. Pensador, ensayista, poeta. Fue catedrático de Latín hasta que el régimen franquista lo destituyó por su apoyo a la rebelión estudiantil madrileña de febrero de 1965: la dictadura la vivió lejos, en Francia.

Allí iban a verle algunos jóvenes fugitivos de la policía y las cárceles, algunos chavales perdidos que habían tomado parte en las protestas de los ácratas de Madrid: los que, en 1970, se darían a conocer como la Comuna Antinacionalista Zamorana: querían hacer desaparecer el Estado Español, pero no a costa de hacer de Zamora una isla. Sencillamente, no querían Estados. Ninguno. Su plan era reunirse en tabernas parisinas alrededor de García-Calvo y liarse a debate incendiado.

Comunicado urgente contra el despilfarro se publicó originalmente en 1972, en el exilio parisino y de forma casi confidencial. Hace más de 30 años que se agotó la última edición, que ahora recupera Pepitas de Calabaza. El género de esta obra -hoy extinto- es el panfleto revolucionario: aquí denuncian las nuevas formas de miseria del llamado "estado de bienestar", y dirigen su queja no al "consumo", sino al "despilfarro", entendido como gasto y eliminación de las cosas sin ningún provecho ni disfrute... Seguir leyendo en elespanol.com