Por Gerardo Gimona
En: Revista Zibaldone. Estudios italianos, ISSN-e 2255-3576, Vol. 6, Nº. 1, 2018 (Ejemplar dedicado a: Primera Guerra Mundial e Irredentismo triestino), págs. 143-161.
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Resumen
¿Así que es para esto para lo que servía la literatura? ¿Para negar, uno tras otro, artículos de fe y dejarnos sin creencia ni idea alguna? ¿Servía, cuando era buena y cuando en algún caso acertaba, para negarse también a sí misma? ¿Y es que debía ante todo negarse a sí misma para poder decir algo que nos sonara a verdad?
Pues algo de esto parece ocurrir en los sonetos que Giuseppe Gioachino Belli escribió, como si en ellos hablara directamente el pueblo y no un literato ni un autor culto, en dialecto romanesco; y es esto, precisamente, lo que intentaremos ir ahora comprobando, atendiendo al libro Giuseppe Gioachino Belli. 47 sonetos romanescos con las versiones de Agustín García Calvo (Editorial Lucina, Zamora, 2006).
¿Así que es para esto para lo que servía la literatura? ¿Para negar, uno tras otro, artículos de fe y dejarnos sin creencia ni idea alguna? ¿Servía, cuando era buena y cuando en algún caso acertaba, para negarse también a sí misma? ¿Y es que debía ante todo negarse a sí misma para poder decir algo que nos sonara a verdad?
Pues algo de esto parece ocurrir en los sonetos que Giuseppe Gioachino Belli escribió, como si en ellos hablara directamente el pueblo y no un literato ni un autor culto, en dialecto romanesco; y es esto, precisamente, lo que intentaremos ir ahora comprobando, atendiendo al libro Giuseppe Gioachino Belli. 47 sonetos romanescos con las versiones de Agustín García Calvo (Editorial Lucina, Zamora, 2006).