28 de diciembre de 2011

Inocentes

Me asaltan, al salir de la capilla, tres pillos de 8 a 10 años, que dos al menos deben de ser de mis nietos, si no he perdido la cuenta; me dan unas vueltas, según ando cojeando tras la última faena de la moto, y al fin me paran, ya casi en la acera, y uno de ellos se pone: –A ver, Papuyo, dinos tú por qué es esta costumbre de que tengamos hoy que contarnos trolas de susto y andar colgándoles por detrás a la gente monigotes... Seguir leyendo

La Razón: 27 Diciembre 11 - Agustín García Calvo